jueves, 25 de abril de 2013

Nuestros ayudantes, los insectos.

Entre flores y gramíneas me hinche a echar fotos, de algunos visitantes esporádicos de nuestros jardines.
Mucha gente les tiene pánico pero indudablemente producen un beneficio con sus visitas a las flores.
El color  y la vida que aportan al jardín, más el beneficio con su trabajo de limpieza de suelo, como los escarabajos, sanear de otros insectos perjudiciales y controlar para que no terminen en plagas, como las avispas, polinizar flores, como abejas, abejorros, etc., dándose un festín de polen incluso observando sus colores al sol.
Admitamos que produce satisfacción observar como en un terreno sin aparente vida, por las edificaciones y
calles con asfalto, lleguemos con cuatro plantas y cambiemos el ciclo, enseguida aparecen las flores e insectos para los que nos gustan disfrutar con sus visitas.



















Flora y fauna: La vida coopera.

La naturaleza tiene unas relaciones muy fuertes entre los individuos de la comunidad ecológica. Entre todos existe una relación de mutualismo o de beneficio mutuo, que hace que animales y plantas vivan en armonía y equilibrio, una verdadera economía sostenible.
Un ejemplo de esto se da en la polinización cruzada con los insectos, donde a cambio de un dulce bocado se llevan transportando en sus cuerpos polen de la flor hasta otras.





Sin la labor de estos, sin saberlo, benefactores de las angiospermas su fecundación se vería limitada en la distancia (polinización en la misma flor en el caso de flores con órganos masculinos y femenino) o a la influencia de otros factores como es el caso del viento.
Más allá de palabras, observar estos bichitos pululando las grandes y coloridas manchas de vegetación primaveral de nuestros parques, jardines e incluso margenes de carreteras y terrenos, hasta hace días, baldíos, convierte nuestros entorno en un hermoso cuadro impresionista, arte en movimiento.